Buenos días compañeros de viaje,
Hoy en la mañana, al entrar en Facebook, me encuentro con la siguiente noticia:
"La encuesta de población activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que en España existen 645.800 jóvenes de entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan, se trata de la llamada generación nini. Representan al 7,4% de la población con esa edad y están en claro retroceso, ya que en 2005 llegaron a rozar el millón.
Frente a la generación nini, utilizando una terminología similar existe la generación sisi. Es decir, los jóvenes de 16 a 29 años que además de cursar estudios reglados o no reglados, trabajan. La EPA calcula que hasta septiembre pasado eran 636.400, el 7,3% de la población en esas edades, o lo que es lo mismo, existen casi tantos ninis como sisis."
En el siguiente enlace, podéis encontrar la noticia completa:
http://www.cincodias.com/articulo/economia/INE-detecta-646000-jovenes-espanoles-estudian-trabajan/20101209cdscdieco_1/
Hasta aquí podráimos sentirnos aliviados por ese equilibrio... Lo malo es que la tendencia de los ni-ni es al alza y la tendencia de los si-si es a la baja.
Si no estudian ni trabajan, ¿qué hacen con su tiempo?. Se levantan cada día y ¿a qué se dedican?, ¿tienen planes de futuro? ¿cuáles?, ¿vivir de sus padres hasta que puedan vivir de sus hijos?.
Ya que empleamos tantos recursos, de diversa índole, en realizar estudios de mercado, crear perfiles socio-tecnográficos por edades, géneros, intereses,etc. y se emplean un sin fin de métodos para saber qué quiere nuestro cliente, nuestro público objetivo, al que le vamos a vender nuestro producto o servicio, ¿por qué no dedicamos esfuerzos a "venderles" vida, futuro, inquietudes, sueños, etc?.
¿Quizá sea porque nos interesa que exista esta generación? Puede que algún gurú, haya visualizado el futuro cambio generacional y ya esté trabajando en esas estrategias y métodos para cuando llegue la nueva generación, saber cómo venderle su producto o servicio.
Y para colmo, el informe PISA, sigue recordándonos que estamos a la cola... ¿A qué esperamos para buscar soluciones? ¿Alguna alternativa? Quizá, de momento, la mejor alternativa sea darle la vuelta al informe para posicionarnos arriba, aunque sea del revés.
Carmen Jara Delgado