Hoy os dejo una pequeña y graciosa historia, pero que como todas estas historias, guardan un importante mensaje. Espero que las disfrutéis.
En una visita que cierto matrimonio inglés hizo por una comarca escocesa, vieron una casita de campo ideal para un veraneo. El dueño resultó ser un pastor protestante que muy amablemente les mostró la finca, comprometiéndose el matrimonio a arrendarla en las próximas vacaciones. Ya en Inglaterra, recordando la señora la casita de Escocia, cayó en la cuenta de que, pese a haber recorrido todas las habitaciones de ella, no había visto el retrete, por lo que se decidió a escribir al pastor.
“Estimado pastor: Después de que tan amablemente nos mostró su propiedad, observamos que quedó omitido un detalle para nosotros de mucha importancia, quedamos sin saber donde queda el W.C. Le agradeceríamos si nos aclarase dónde está situado y como está instalado”.
Al recibir el pastor la misiva, confundió la abreviatura de W.C., creyendo que se referían a la Well Chapell, nombre de una capilla de su religión cercana al lugar y contestó en estos términos.
“Muy señores míos: Con gusto paso a informarles del lugar al que se refieren en su carta. Este se halla a unos dos Km de la casa, lo que resulta algo molesto sobretodo si se tiene costumbre de ir con frecuencia; no obstante puede irse sólo los domingos. Aquí la mayoría de las personas suelen llevarse la comida pasando en el lugar todo el día; madrugando un poco suele llegarse en el momento preciso. Hay sitio para ochenta personas cómodamente sentadas, unos veinte o treinta de pie, estando los asientos forrados de terciopelo rojo y tienen aire acondicionado para evitar sofocaciones. Los niños se sientan juntos y cantan a coro, también lo hacen algunos mayores, dándoseles un papel a la entrada y a los que no les alcanza suelen utilizar el del compañero de asiento, pero deben dejarse luego en la mesita junto a la puerta para darles uso todo el mes, y todo lo que allí se deposita, sirve además para dar de comer a los niños pobres. También, si se le avisa, va un fotógrafo que retrata en diferentes posiciones y algunas de las fotografías se publican en el diario de la ciudad, en la sección "Vida nuevos vecinos” en actos tan humanos.”
La señora al leer la carta sufrió un desmayo y, desde luego, suspendieron las vacaciones.
Saludos.
Carmen Jara Delgado
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